Resumen
La enfermedad renal crónica (ERC) es de alta prevalencia en América Latina y en todo el mundo. Se estima que entre el 10 y 20% de la población adulta es portadora de ERC y su prevalencia va en aumento. La ERC progresa en forma silenciosa. Su diagnóstico temprano y oportuno permite iniciar un tratamiento efectivo, en la mayoría de los casos, para detener la enfermedad. Desde hace mucho tiempo, el análisis de la creatininemia es la principal prueba utilizada para valorar la función renal; pero su confiabilidad es limitada. De acuerdo con las recomendaciones de las Guías KDOQI del año 2002, la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) obtenida por medio de fórmulas se estableció como una de las herramientas principales para detectar la enfermedad renal de manera precoz, ya que alerta de forma precisa al médico y al equipo de salud sobre el nivel de función renal del paciente. La detección de una TFGe disminuida (menor de 60 ml/min/1.73 m2) es clínicamente relevante, ya que permite establecer el diagnóstico de enfermedad renal en adultos. En el año 2022, en una encuesta realizada por la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) y la Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica (COLABIOCLI) dirigida a los laboratorios de análisis clínicos de América Latina (237), el 49% de estos no informaban la TFGe de forma sistemática. Con base en esta realidad, la SLANH y la COLABIOCLI presentan las siguientes recomendaciones de consenso en referencia al uso de la TFGe.
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